Super Gatas

Señora de Medianoche

Por "Manuelmen"



Había pasado un año desde que Lisa había descubierto que tenía superpoderes, ella siempre había sido una joven normal hasta que el mismo día que cumplió 18 años sintió que algo había cambiado dentro de ella, se sentía más fuerte y más rápida, experimentos posteriores que realizo escondida durante las noches le sirvió para saber que con esfuerzo podía levantar sobre su cabeza un automóvil pequeño, además podía correr 100 metros en 6 segundos, podía ver en la oscuridad y tenía mejores reflejos.
Y mientras probaba sus nuevas habilidades cayó por accidente en el espacio entre dos edificios golpeándose fuertemente contra el suelo, durante unos segundos creyó estar muerta, pero se pudo levantar sin problemas con unos cuantos moretones y un feo rasmillón en la mano, esos pocos daños de una caída que debería haberla dejado como un irreconocible manchón en el suelo le sirvió para percatarse de que tenía una gran resistencia y el hecho de que a la mañana siguiente no conservaba los moretones ni el rasguño le sirvió para darse cuenta que además tenía la capacidad de curarse rápidamente.
Todos sus experimentos le tomaron alrededor de un mes y una vez que sabía que es lo que podía hacer todos sus pensamientos se centraban en que usar esos poderes, la verdad para ella la decisión no fue tan difícil, ella siempre había admirado a los súper héroes que salían en televisión y la ciudad a la que se había mudado recientemente para ir a la universidad era el mayor núcleo de delincuencia del país, cada noche había asesinatos, violaciones y robos, había pandillas que tenían virtualmente secuestradas ciertas zonas de la ciudad y el crimen organizado y los narcotraficantes aterrorizaban a la ciudad. el hecho de salir en la noche se podía convertir en un suicidio y la policía se veía sobrepasada o sus miembros eran corrompidos o amenazados.
En definitiva, esta ciudad necesitaba con urgencia una heroína y Lisa estaba dispuesta a dársela.
Lo primero que hizo fue usar sus ahorros para comprar telas de distinto tipo y calidad, pero todas de color negro y gris. Tenía los materiales, pero no podía decidirse por el diseño. Se pasó horas mirando revistas de moda o viendo los trajes de otros superhéroes en televisión sin resultados, así que un día decidida, se desnudó y se puso frente a un espejo de cuerpo entero y se observó lo más objetivamente que pudo. Ella media uno metro sesenta más o menos, tenía el pelo negro liso que le llegaba hasta más debajo de los hombros, estaba en su peso justo, es decir, tenía una silueta bastante agradable de ver sin que se le notaran los huesos, tenía la cintura bien delineada y unas piernas firmes y suaves.
Durante un segundo sonrió pero después se miró la parte que menos le gustaba de su cuerpo, llevo sus manos a sus diminutos pechos y los apretó con pesar, cada uno le entraba perfectamente en su mano a pesar de ser firmes, suaves y de tener unos pezones pequeños y rozados (y bastante sensibles) ella desearía tener al menos el doble de tamaño. A pesar de lo triste que le pareció empezó a imaginarse su traje con una mezcla de cuero y tela en el pecho con un relleno que nunca se hubiera atrevido en su ropa normal. Luego de eso y mientras seguía reflexionando se dio vuelta y miro su trasero por el espejo. Eso era por lejos la parte más sexy de su cuerpo, con unas nalga firmes y apetitosas de los que la hombres se volteaban a mirar en la calle. Eso la decidió a usar unos pantalones estrechos pero cómodos por lo que decido por unas medias de licra gruesa y una vez diseñado empezó a tejer con esmero. A los dos días ya había completado su traje.
Estaba nuevamente frente al espejo, pero esta vez con su nuevo traje puesto. Se veía preciosa, pensó, y le dio ganas de saltar de alegría. Se giró para ver como la licra le marcaba las nalgas, pero no quedo muy conforme, la ropa interior se le marcaba y se le veía horrible así que decidió salir sin ropa interior. Después de todo iba a ir de noche y nadie la conocería.
Pensando en eso también decidió que era hora de hacer su máscara. El diseño era simple, una máscara tipo capucha que le cubría toda la cara con agujeros en los ojos y una pequeña abertura en la zona de la nariz, fue la más simple que se le ocurrió ya que estaba muy ansiosa para patrullar. Pero aun así era una lástima ya que tenía una cara bastante bonita con unos ojos verdes como esmeraldas, una nariz respingada y unas cuantas pecas en las mejillas. Se miró por última vez al espejo y sonrió bajo la máscara. Ella estaba lista. Los próximos meses fueron muy agitados. Al principio fue un rumor comentando en las esquinas. “Alguien está golpeando a los delincuentes”, pero no pasaba de ahí. Hasta que empezó a aparecer en los periódicos.
Se hablaba de varios crímenes interrumpidos misteriosamente. Que cuando llegaba la policía estaban los ladrones en el suelo inconscientes con golpes y a veces con fracturas. La gente que había estado ya resignada empezaba a encontrar esperanza, nadie sabía que o quien estaba causando esto.
Hasta que un día una joven mujer que fue rescatada de ser violada por un grupo de sujetos comento a la prensa que una chica vestida totalmente de negro la había rescatado. Esto se consideró la noticia de la semana y todo el mundo hablaba de la misteriosa chica. En eso estaban cuando en un asalto a un banco justo a medianoche apareció una sombra con forma de mujer que les dio una paliza sin ninguna posibilidad de contestación por la sorpresa.
Al día siguiente salieron grabaciones de los videos de seguridad por los noticieros locales generando la euforia de los periodistas que la bautizaron Señora Medianoche por la hora en que había impedido el atraco. Desde entonces empezaron a circular, por Internet y los medios de comunicación, fotos de ella en distintos ángulos, generando que viejos y jóvenes fantasearan con la idea de cogérsela, y muchos, por qué no decirlo, se masturbaban sobre sus fotos.
Fue así como Lisa repartía su tiempo y por el día era una estudiante universitaria normal y por la noche era una superheroina que luchaba contra el crimen. Todo le iba perfectamente, hasta que llego el día de su cumpleaños número 19, es decir un año desde que adquirió sus poderes (como empezó esta historia).
Esa noche, cuando se puso su traje y salió por la ventana de su departamento, se sentía un tanto inquieta, casi como un mal presentimiento. Pero en ningún momento pensó en abandonar su ronda nocturna. Ella siempre salía cuando podía, así que simplemente saltó como todas las noches hacia la azotea del edificio cercano, y así comenzó su vigilancia. No tuvo mucha suerte de todas maneras, saltó de edificio en edificio buscando algún delito en marcha, pero no encontró nada. Cuando ya eran pasada la una de la mañana, cansada y de mal humor y se disponía a volver a casa, escucho un ruido en un callejón. Se acercó rápidamente a observar y lo que vio la decepciono de sobremanera. En ese callejón mal iluminado había cuatro jóvenes riendo, tres de ellos estaban sentados en el suelo con cigarros y botellas de cerveza y uno estaba rayando la pared con una lata de pintura con spray. Todos eran jóvenes, pensó Señora Medianoche, tal vez incluso menores que ella, algunos parecían adolescentes.
Decidió con desgana acercarse un poco y observar con más atención. Bajó lentamente hasta el suelo a saltos y se acercó sigilosamente hasta que estuvo a unos dos metros del grupo, oculta en la oscuridad. Miro primero al que estaba más cerca. Era un tipo alto y flaco, con el rostro aun marcado por el acné. El de al lado era todo lo contrario, era un tipo obeso y bajo, pero se veía aun joven, igual que el de al lado, que parecía un niño al ser el más bajo y delgado del grupo. Pero esa imagen se contradecía con un cigarro en la boca y una botella en su mano, además que con la otra se toqueteaba el pene sin ninguna vergüenza. Por último, el que rayaba la pared le pareció a Lisa hasta bien parecido, pese a que se vestía al igual que todos, como un pandillero. Era alto delgado y con una mirada confiada en su rostro varonil, aunque no por eso menos joven que sus compañeros.
Eran en definitiva una pandilla de poca monta que probablemente creía que con marcar su territorio con unas rayas, ese barrio era suyo o algo así. Normalmente ella no habría intervenido, después de todo no hacían nada muy grave de todas maneras. Pero esa noche en especial que parecía bastante tranquila y que ella estaba de mal humor, decidió darles una lección a esos niñatos. Su modo de actuar normal implicaba que ella aparecería a toda velocidad golpeando a diestra y siniestra sin darles la posibilidad de reaccionar, pero en este caso sería sobreactuar. Después de todo no estaban haciendo nada especialmente malo.
Así que recurrió a lo más simple. Salió de la zona oscura en la que se encontraba y colocándose directamente debajo de la tenue ampolleta, abrió ligeramente las piernas, se puso las manos en las caderas, alzo la cabeza y dijo con voz clara:
- ¿Qué está sucediendo aquí? -Instantáneamente los cuatro rostros en ese callejón se voltearon hacia ella con total incredulidad. Luego de unos segundos comenzaron a reírse a carcajadas. Lisa se maldijo para sus adentros. Ella normalmente no hablaba con los delincuentes, solo los golpeaba, así que no estaba segura de cómo hacerlo y ahora se ganó las burlas de unos muchachos. Agradeció internamente que se su máscara cubriera su rostro por completo así no podían ver que se había sonrojado por completo.
-Estamos…- dijo el joven guapo mientras se acercaba lentamente a ella- bebiendo, fumando y marcando el pasadizo ¿Qué no es obvio? – esto provocó más risas entre la banda y más vergüenza en Lisa, que casi elige largarse simplemente. Pero eso sería aún más vergonzante, así que decidió continuar.
-Pues no deberían. Eso está contra las leyes, así que les exijo que se detengan- Hubiera salido perfecto de no ser por el ligero temblor de su voz cuando dijo “exijo”, pero al menos esta vez no hubo risas. Todos se pusieron serios y se acercaron rodeándola. Esto puso a Lisa bastante nerviosa. Ella nunca había estado rodeada de esa manera por un grupo de hombres que tuvieran tan malas intenciones.
- ¿Esta perra no es Señora de la Noche? -pregunto el más bajo mientras se acercaba y la miraba con lasciva.
-Creo que es Señora de Medianoche, JC- dijo el chico guapo, que Lisa ya estaba convencida que era el líder de ese grupo. El se colocó a menos de un metro de ella, tanto que ella tuvo que alzar la vista para mirarlo a los ojos- ¿no es así? Zorra- La entonación que le dio a sus palabras, además de que estaba suficientemente cerca como para sentir su aliento, la hizo distraerse. Solo atino abrir la boca y soltar una mezcla entre balbuceo y gemido, lo que provocó nuevamente las risas.
Cuando ella por fin iba a atinar a decirle algo, sintió un dolor y escozor repentino en su ingle. Miro estupefacta hacia atrás, y vio al alto con granos, que tenia tomada la parte de atrás de su pantalón de licra y había jalado tan fuerte que sentía como se estaba elevando poco a poco del suelo.
-Jefe esta puta esta sin bragas –dijo con aura de suficiencia ante el regocijo del resto de la banda. Y antes que Lisa atinara a hacer nada, se le acerco el gordo por un costado, y le apretó con fuerza el pecho, a la vez que empezaba a sobarlo como si fuera un trozo de carne.
- ¿Aquí también? - pregunto sin dejar de apretar. Lo peor es que Lisa empezó a sentir un poco de picor de excitación en su pecho y en su vagina, lo que la humilló aún más. Así que no espero más y dio en el mismo movimiento una patada al larguirucho y un golpe en el pecho al gordo, que agarraba su pecho. El gordo simplemente cayó hacia atrás pesadamente, pero el alto salió volando dos metros hacia atrás. Lo que no se esperaba era que él, al salir volando, no soltara su traje, por lo que cuando sintió el aire helado de la noche directamente sobre su nalga derecha, se dio cuenta que se había llevado un trozo de su traje con él.
Tapó el agujero con ambas manos, lo que no fue muy inteligente, por que el líder le daba un golpe con toda le fuerza que pudo reunir en el mentón. Al mismo tiempo que el chico que se llamaba JC le dio una gran patada en la cintura. Normalmente esos golpes no los habría sentido, pero como estaba distraída por su traje, además de aun estar desequilibrada por el gran “calzón chino” que le hicieron, se desestabilizó más, dio un paso hacia atrás, y el gordo que estaba en el suelo el hizo una zancadilla que fue la gota que rebalso el vaso, ya que se dio con toda su humanidad en el suelo, golpeándose fuerte la cabeza contra el cemento.
Agradeció por milésima ves ser tan resistente al daño, sino puede que se haya partido la cabeza. Ahora solo estaba un poco atontada, se tardó solo medio segundo en reaccionar y ya se le estaban echando encima los dos más cercanos.
Lo primero es levantarse pensó, y así lo hizo. Pero no lo suficientemente rápido. Por un lado el gordo, que aún seguía en el suelo, le agarro la pierna derecha, Pepe le pego nuevamente en la cabeza, y el jefe se fue directamente a agarrarle ambos pechos y a estrujarlos con todas sus fuerza. Sorpresivamente lo que más le afectó fue el apretón del jefe. Esta vez no pudo reprimir el gemido que se escuchó casi como un grito, lo que incentivo aún más al jefe a seguir masajeando, esta vez mas suavemente. Ante eso, ella tomó por el cuello al chico que le iba a volver a golpear y con un gesto lo lanzo hacia atrás contra la pared. Después se giró para golpear al jefe, pero él ya la había soltado y se había alejado. Aprovechando esos segundos el gordo se escapó y se paró al lado del jefe. El chico se acercaba nuevamente después del golpe contra la pared y el larguirucho se acercaba cojeando por atrás.
Esto se estaba poniendo peligroso, pensó. Aún seguía atontada y pensaba lentamente y ellos se veían casi perfecto y tenían más animo que ella. Se decidió a terminar rápido, aunque tuviera que quebrarles uno o dos huesos. Ya cuando estaba resuelta y partiría por romperle la cara al chico guapo que lo distraía, dio con los brazos alzados en posición de ataque, alcanzó a dar dos pasos y sus pantalones se le cayeron hasta las rodillas.
-Vaya- dijo el jefe mientras el resto del grupo se reía y le silbaba- parece que alguien no se ha depilado hace rato- lo que aumento las risas, mientras Lisa, a punto de llorar, se subía como podía los pantalones y pensaba como continuar.
-Hola, volví - sintió que una voz le decía al oído un segundo antes de que se volviera a levantar del suelo por sus pantalones, esta vez grito de dolor, porque el larguirucho esta vez la había agarrado con ambas manos y sentía que el pantalón la iba a partir en dos. Nuevamente cayo con fuerza al suelo. esta vez de cara, y es porque el tipo alto se había quedado con un gran pedazo de pantalón en las manos y sonreía encantado.
-Ahora te mato-le grito Señora de Medianoche mientras se ponía de pie rápidamente y lanzaba un golpe con todas sus fuerzas con la directa intención de acabar con su vida. Y lo hubiera hecho, pero la verdad es que ya estaba muy atontada por tanto golpe en la cabeza, demasiado enojada y el pantalón ya totalmente destrozado se le enredo en los tobillos. El chico alto se inclinó ligeramente hacia atrás y Lisa erró el golpe pasando de largo, tropezando sobre sí misma, y yendo a caer unos metros más allá, en un montón de basura acumulada en el callejón.
Se quedó boca bajo sobre la basura, las bolsas contenedoras además se rompieron, por lo que se encontraba directamente sobre todo tipo de desperdicios, que no quería pensar que eran por que la sentía entre sus piernas. Fue en ese momento cuando Lisa rompió en llanto, había logrado contener las lágrimas hasta ese momento, pero eso fue demasiado, Al menos no sollozaba, pensó, por lo que ellos no lo notaban. Ahora solo pensaba en huir, ya no le importaba lo vergonzoso que fuera ser derrotada por un grupo de adolescentes desarmados.
Así que se giró lentamente sentándose en la basura sintiendo como algo pegajoso se metía en su trasero, porque lo que quedaba de su pantalón apenas si tapaba una parte. Ella sabía que estaba parcialmente desnuda, que se le veía el pelo púbico y la mitad de su vagina, pero en ese momento ya no le importaba, solo huiría y a la mierda el orgullo y la recates.

Continuará...

Si quieren contactar a Manuelmen, pueden hacerlo a manuelmen.20@hotmail.com


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